Enfermedad de Crohn: Qué es, causas y síntomas

Actualizado el día 19 de mayo de 2023 por Javier Zaragoza Villanueva

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal que fue descrita por primera vez en 1932 por el doctor Burrill Crohn, junto a sus colegas, los doctores Leon Ginzburg y Gordon Oppenheimer.

Aunque afecta a personas de todos los orígenes étnicos, es más frecuente en personas caucásicas, si bien su incidencia entre hispanos y asiáticos ha aumentado en los últimos años. Según la Sociedad Española de Patología Digestiva, en España hay más de 100.000 casos diagnosticados. Esta patología no distingue edad ni sexo.

Conocer las manifestaciones de la enfermedad de Crohn, sus causas, diagnóstico y tratamiento es vital para quienes la padecen, y este artículo aporta esa información.   

1. ¿En qué consiste la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn se define como una patología inflamatoria autoinmune crónica que puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo. 

Suele evolucionar de modo recurrente en brotes con episodios de remisión. Afecta a todo el grosor de la pared intestinal, dañando algunas áreas del intestino y otras no. Su zona de afectación más frecuente es la parte final del intestino delgado y el comienzo del colon. 

El doctor Javier Gisbert, responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid, afirma que: “Esta enfermedad puede afectar solo al intestino grueso, pero también a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. Eso incluye fundamentalmente el intestino delgado, pero puede afectar a cualquier tramo intestinal o esófago-gastrointestinal».

En cambio, el doctor Antonio Moreno García, especialista de la Fundación Española de Aparato Digestivo, afirma que: “Es una patología dinámica que produce daños progresivos si no se diagnostica y trata lo más precozmente posible”.

1. ¿Qué tipos de enfermedad de Crohn existen?

En función del área del tracto gastrointestinal afectada, la enfermedad de Crohn puede ser:

1. Gastroduodenal. Afecta el estómago y el duodeno.
2. Ileítis. Daña al íleon o parte final del intestino delgado, causando dolor abdominal que se agrava tras la ingesta de alimentos o la evacuación.
3. Íleo-colitis.  Ataca al íleon del intestino delgado y a las zonas del intestino grueso más próximas. 
4. Yeyunoileítis. Produce inflamación en el yeyuno, ubicado en la mitad superior del intestino delgado. 
5. Colitis. Este tipo afecta a una o varias partes del intestino grueso. 
6. ¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Crohn?

Todavía no se ha descubierto la causa que origina la enfermedad de Crohn. Sin embargo, se le atribuyen a factores tales como: 

• Genética. Se han descubierto genes que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad de Crohn. Se estima que el 20% de las pacientes con la enfermedad de Crohn tienen un pariente cercano con algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal.
• Causas inmunológicas. Se cree que ciertas alteraciones en el sistema inmunológico pueden originar una respuesta exagerada ante ciertos alimentos y bacterias.

3. ¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Crohn?

La sintomatología de la enfermedad de Crohn es muy variable, y en ella se alternan brotes y periodos de remisión. 

La intensidad de los síntomas puede variar en los pacientes, debido a que depende de la localización y extensión del área afectada del sistema gastrointestinal. 

Los signos y síntomas más comunes en esta enfermedad son los siguientes:

• Dolor abdominal.
• Cansancio.
• Fiebre.
• Falta de apetito.
• Pérdida de peso. 
• Estreñimiento.
• Diarrea, a veces con moco y sangre.
• Dolores articulares.
• Placas rojas en la piel.
• Cálculos en el riñón o la vesícula.
• Náuseas y vómitos.
• Abscesos o úlceras.

4. ¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Crohn?

Para el diagnóstico, el médico elabora la historia clínica del paciente y realiza un examen físico para evidenciar síntomas característicos como sensibilidad abdominal, erupción cutánea, articulaciones inflamadas o úlceras bucales.

Se confirma la enfermedad valiéndose de exámenes y estudios, tales como:

• Analítica de sangre. Con ella se buscan evidencias como el aumento de la velocidad de sedimentación y el incremento en los glóbulos blancos y plaquetas. También se observa la escasez de proteínas, hierro y de vitaminas B12 y ácido fólico. 
• Estudios radiológicos. Entre ellos, la tomografía computarizada y ecografías para detectar abscesos y fístulas. La radiografía del tracto gastrointestinal inferior, es un examen de rayos X del intestino grueso, donde se evalúa el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente, el colon sigmoideo y el recto. 
• Colonoscopia. A través de ella se explora la mucosa intestinal y se extraen muestras para realizar una biopsia.
• RMN del cuerpo. Se trata de un examen practicado con una máquina que utiliza un poderoso campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos y tejidos blandos del abdomen.

5. ¿Cómo se trata la enfermedad de Crohn?

La Enfermedad de Crohn no tiene cura hasta ahora, así que el tratamiento va dirigido a reducir el tiempo de duración de los síntomas y evitar nuevos brotes. La determinación del tratamiento gira en torno a aspectos como dónde está localizada la enfermedad, nivel de gravedad y si existen otras patologías asociadas.

La Asociación Española de Crohn y Colitis Ulcerosa comenta que “existe una amplia variedad de tratamientos disponibles e indicados según la gravedad del brote (leve, moderado o grave) que pueden ser usados por separado o, incluso, combinándolos entre sí”. Entre ellos se encuentran: 

• Antibióticos. Se emplean cuando se producen infecciones relacionadas con esta enfermedad. 
• Aminosalicilatos y corticoides. Se emplean con regularidad como la primera línea de defensa para controlar los síntomas, por su capacidad para reducir la inflamación.
• Inmunomoduladores. Su empleo busca reducir la actividad del sistema inmune para mantener la remisión de la enfermedad.

Además de estos tratamientos farmacológicos, seguir una dieta baja en grasas y en fibra, y la ingesta de suplementos vitamínicos y nutricionales que contengan vitamina B12, ácido fólico, vitamina C, hierro, calcio, zinc y magnesio, puede ser de gran utilidad.

6. Bibliografía

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