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Mujer joven oliendo una flor.

Anosmia: Qué es, síntomas, causas, prevención y tratamiento

Actualizado el día 19 de mayo de 2023 por Javier Zaragoza Villanueva

El sentido del olfato es muy necesario y tiene amplias funciones. Gracias a él podemos percibir olores diferentes e incluso sabores. Este sentido y el gusto están estrechamente relacionados. La anosmia priva a la persona de disfrutar de estos placeres, además de ponerlo en peligro en algunas ocasiones.

En este artículo veremos qué es la anosmia, cuáles son sus síntomas, las posibles causas y el debido tratamiento a seguir en caso de presentarse.

  1. ¿Qué es la anosmia?

La anosmia es la ausencia total de olfato. De hecho, cuando este problema aparece de manera parcial, se conoce como hiposmia.

En la nariz hay algo conocido como mucosa nasal o pituitaria, donde encontramos las células nerviosas olfativas. Cuando la flema se acumula impide que el aire llegue hasta el área olfatoria. Cuando se destruyen el neuroepitelio, los filamentos, los bulbos o los trayectos y las conexiones del nervio olfatorio, también se produce una pérdida del olfato.

Quienes padecen de anosmia pueden diferenciar ciertos sabores como dulce, salado, ácido o amargo, sin embargo, no diferencian todos. Esto hace que no disfruten de los alimentos. Por otro lado, no tener un buen sentido del olfato puede exponernos a peligros, por ejemplo, una fuga de gas, el humo que produce un incendio, productos químicos o alimentos en mal estado.

  1. Síntomas de la anosmia

La anosmia no presenta síntomas graves, ni compromete o interviene en ninguna patología adyacente. El síntoma más característico de esta enfermedad es la ausencia de olores. Puede ocurrir que haya pérdida del olfato en solo un lado de la nariz, la cual suele pasar desapercibida, mientras que la pérdida total de los olores es un síntoma fácil de reconocer.

Existen muchos otros trastornos olfativos, por ejemplo, la pérdida parcial del olfato (hiposmia), cambios de percepción de los olores (parosmia), confundir un olor con otro (heterosmia) y percibir olores que no están presentes o no existen (fantosmia). Todos estos trastornos suelen ser muy raros y muy probablemente estén asociados a enfermedades neurológicas.

  1. Causas de la anosmia

Los trastornos del olfato son muy poco comunes y pueden tener diversos orígenes. Veamos las causas más frecuentes de la anosmia.

  1. Obstrucción en el interior de la nariz

Una obstrucción en las fosas nasales puede impedir que las partículas de olor lleguen hasta la zona olfativa. Esto puede ser ocasionado por flema, inflamación, tabique desviado, entre otros factores. Las infecciones virales y las alergias son la causa más frecuente de obstrucción nasal.

  1. Destrucción del epitelio olfativo

Esta destrucción se puede presentar por un tipo de sinusitis o rinitis. También pudiera ocurrir por el uso de drogas como la cocaína, fármacos, tales como descongestionantes, anfetaminas o estrógenos. Además, la exposición a ciertos elementos, entre los que destacan el manganeso, podría generar pérdida del olfato.

  1. Destrucción de las vías nerviosas

Muchas cosas pueden alterar el buen funcionamiento de las vías nerviosas. Por ejemplo, traumatismo craneoencefálico, cirugía intracraneal, trastornos neurológicos degenerativos, como la esclerosis múltiple y el Alzheimer.  

  1. La vejez

Con los años se pierde el sentido del olfato. Aunque se desconocen las causas exactas del por qué esto sucede, siempre se presenta en los adultos muy envejecidos. Es muy posible que se deba a la degeneración que sufre todo el cuerpo con el paso del tiempo.

La anosmia muy pocas veces se presenta por herencia. En la mayoría de los casos es un problema adquirido por otras razones. Sea cual sea su causa, es importante tener en cuenta las maneras en las que podemos prevenir este trastorno.

  1. ¿Cómo prevenir la anosmia?

La mayoría de los casos de anosmia son causados por gripes virales o infecciosas. Hay distintas maneras de protegernos de este y otros factores, y así prevenir una anosmia. Veamos cuáles son las recomendaciones a seguir.

  • Uso de mascarillas. Se recomienda evitar la inhalación prolongada de productos tóxicos, químicos y contaminantes. Durante la manipulación constante de sustancias químicas o tóxicas, se puede prevenir el daño causado a las fosas nasales usando una mascarilla.
  • Evitar espacios contaminados. Quienes sufren de alergias frecuentes deben evitar los alérgenos. Espacios cerrados y con presencia de elementos nocivos, como un centro asistencial, pueden desencadenar un cuadro alérgico.
  • Hidratarse bien. Estar hidratados es muy positivo porque permite que las fosas nasales se mantengan húmedas, y puedan tener un buen funcionamiento.

La prevención es muy importante, sobre todo si se sabe que hay riesgos de que los receptores olfativos estén dañados. La anosmia prolongada puede provocar pérdida del apetito, disminución o aumento de peso y hasta depresión.

  1. Tratamiento para la anosmia

La pérdida del olfato, generalmente, suele ser temporal, por lo que con el tiempo se restaura la capacidad olfativa. Aunque no hay un tratamiento específico dirigido a la anosmia, se puede seguir un programa que elimine la causa de la anosmia. Entre estos se pueden conseguir los siguientes.

  • Medicamentos. Las afecciones y la inflamación en los senos paranasales se tratan con vapor, antibióticos, aerosoles nasales y, en casos extremos, cirugía. Los fármacos antihistamínicos pueden mejorar los cuadros alérgicos.
  • Tratamiento quirúrgico. Los tumores o los pólipos nasales se pueden extirpar. En caso de que no sea posible hacerlo, se tratan con radioterapia. Sin embargo, en este caso existe el riesgo de no poder recuperar el sentido del olfato.

Para un tratamiento eficaz es necesario un diagnóstico correcto, de esta manera, se puede saber cuál es la causa de la anosmia. En la mayoría de los casos el paciente puede recuperar la percepción de los olores en poco tiempo. Es una excelente opción consultar con un médico profesional.

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javier@farmazara.es

Farmacéutico, Nº de colegiado: 1742: Licenciado con estudios en la Universidad de Alcalá de Henares UA y farmacéutico titular de Farmazara. Miembro del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo.

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