Naproxeno: Efectos, cuándo y cómo debemos tomarlo
La inflamación puede ser una buena noticia, porque indica que el cuerpo se está defendiendo de un problema de salud. Con todo, la mayoría de las veces hace falta usar un antiinflamatorio. El naproxeno es de los más utilizados, casi tanto como el ibuprofeno. Sin embargo, para que funcione de la manera adecuada, es esencial emplearlo correctamente.
¿Qué es el naproxeno? ¿Cuáles son los efectos que puede generar? ¿Cómo se debe administrar para beneficiarse al máximo de sus propiedades? Veamos.
1. ¿Qué es naproxeno?
El naproxeno es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo con propiedades analgésicas y antipiréticas. Lo mejor de todo es que tiene múltiples usos. Por ejemplo, es posible valerse de él para tratar dolores leves o de intensidad moderada, para disminuir la fiebre, o como tratamiento para la artrosis, artritis reumatoide y espondilitis.
Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos se deben tomar por poco tiempo. Aunque se puede conseguir este medicamento sin receta médica, lo recomendable es que lo indique un médico, quien analizará el origen del dolor y la intensidad del mismo. Si se decide la utilización de naproxeno para aliviar el dolor, el doctor dirá cómo se debe usar y por cuánto tiempo.
Es fundamental tener presente que el naproxeno no es igual al naproxeno sódico. La mayor diferencia es que el primero es el componente base, mientras que el otro es la sal del naproxeno.
2. ¿Cuándo y cómo tomar naproxeno?
El naproxeno es eficaz a la hora de aliviar muchos dolores leves, por ejemplo, los causados por menstruación, migraña, gota, problemas musculares y los síntomas del resfriado común. Si bien se puede utilizar para diversas afecciones, no se debe administrar de manera indiscriminada. En algunos casos, los pacientes pueden estar tomando analgésicos, sin diferenciar si de verdad alivian el dolor que padecen o no.
El naproxeno se puede conseguir en diferentes presentaciones: tabletas regulares, tabletas de liberación prolongada, cápsulas, cápsulas de gel y suspensión para administrar vía oral. El uso de estas presentaciones, y las cantidades en las que se puede conseguir, dependen de la afección a tratar.
- Tabletas regulares. Las tabletas de efecto retardado y la suspensión se pueden tomar dos veces al día, en el caso de artritis. Cada 8 horas en el caso de gota, y cada 6 horas si persiste el dolor, sin ser originado por las afecciones mencionadas.
- Tabletas de liberación prolongadas. Se toman una vez al día, con o sin alimentos.
- Cápsulas y cápsulas de gel. Se utilizan cada 8 o 12 horas, dependiendo de la intensidad del dolor.
- Suspensión. Se debe agitar bien para integrar los componentes de manera uniforme. Se debe medir con una jeringa o una taza medidora, para no exceder la dosis.
El naproxeno se puede tomar con los alimentos para evitar las náuseas. Siempre se debe ingerir según las indicaciones del médico o las instrucciones de la caja. Las tabletas regulares y las de liberación prolongada, las cápsulas y las cápsulas de gel no deben romperse, masticarse o triturarse.
Si a pesar de seguir las indicaciones referentes al modo de uso, las molestias no mejoran o empeoran, se debe consultar a un médico para que indique un medicamento más efectivo según la necesidad del paciente.
3. Precauciones al usar naproxeno
Todo medicamento se debe emplear siguiendo las indicaciones. Así se logra evitar complicaciones. Sin embargo, existen muchos factores que pudieran influir en la acción del naproxeno. Se recomienda tomar en cuenta las siguientes precauciones.
- Alergias. Se debe informar al médico tratante si el paciente es alérgico al ibuprofeno, aspirina o cualquier otro AINE. Se puede verificar la lista de los ingredientes en la caja.
- Interacción con otros medicamentos. Se debe informar al médico si se utiliza medicamentos como losartán, diuréticos, antiácidos, insulina o cualquier otro AINE.
- Otras patologías. El naproxeno puede no ser adecuado en el caso de pacientes hipertensos, asmáticos, alérgicos, con insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal, etc. Es muy importante pedir asesoría médica antes de ingerirlo.
- Embarazo. No se debe usar naproxeno durante el embarazo o durante la lactancia. Esto se debe a que pudiera provocar graves daños en el feto.
- Fertilidad. Al parecer, disminuye temporalmente la fertilidad. Este efecto se elimina al dejar el medicamento. Un médico puede informar más al respecto y aclarar las dudas.
- Adulto mayor. En adultos con 65 años o más se debe analizar los riesgos de emplear naproxeno. A mayor edad, la acción del naproxeno disminuye. Por eso, puede ser sustituido por otro antiinflamatorio o analgésico más eficientes y menos riesgoso.
Si se toman en cuenta las recomendaciones anteriormente mencionadas, se puede evitar efectos indeseados al utilizar naproxeno, y disfrutar de los beneficios que este aporta sin preocuparse por riesgos mayores.
4. Efectos secundarios del naproxeno
Los efectos secundarios varían mucho de una persona a otra, y del tiempo de uso del fármaco. Entre los efectos secundarios más conocidos se encuentran los siguientes.
- Trastornos del sistema nervioso. Son muy habituales. Pueden ser dolor de cabeza, confusión, vértigo, somnolencia, depresión o ansiedad. Además de problemas para conciliar el sueño en poco tiempo.
- Problemas cardiovasculares. Una aplicación prolongada de naproxeno puede provocar edema, hipertensión, aneurisma o trombosis.
- Alteraciones gastrointestinales. Entre las molestias gastrointestinales que se pueden presentar están: vómitos, náuseas, diarrea, estreñimiento y reflujo.
- Problemas visuales o auditivos. En algunos casos, se puede presentar visión borrosa, zumbidos en los oídos o dificultad para oír claramente.
- Reacciones en la piel. El naproxeno puede provocar reacciones en la piel como prurito o púrpura. En casos muy raros, se puede presentar la enfermedad de Stevens-Johnson.
Algunos efectos secundarios pueden considerarse el principio de una emergencia, por ejemplo, problemas para respirar o tragar, moretones en la piel, erupciones y ampollas, ritmo cardiaco descontrolado, pérdida del apetito, dolores en el abdomen, entre otros.
Para pacientes con insuficiencia renal o hepática, no es aconsejable que utilicen naproxeno, debido al riesgo de agravar su estado de salud. Si alguno de los efectos secundarios empeora, o surge un síntoma inusual, lo mejor es buscar atención médica inmediata. Ahora bien, la mayoría de las veces, los síntomas son leves y desaparecen cuando se suspende el uso del fármaco.
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